Estamos
en el año 2014 después de Jesucristo.
Toda Valencia está ocupada por la fiesta
de las Fallas … ¿Toda? ¡No! Una asociación
de irreductibles corredores resiste
todavía y siempre al sueño invasor...
La
resistencia de estos canyeros se debe a la fuerza sobrehumana que adquieren
tras ponerse unas zapatillas.
Pocos
hemos sido los que hemos vencido al sueño y a la resaca fallera, dispuestos a
conquistar las calles de Valencia y recorrer, uno a uno, los monumentos
falleros que la coronan. Hemos salido raudos y veloces dirección a la ciudad.
La llegada a la Falla Na Jordana nos
marca el principio de nuestro objetivo.
Las
calles medio vacías nos acogen. Todavía nos encontramos zonas donde las huestes
del Dios Baco aguantan sin irse a dormir, de repente somos el blanco de sus
palabras cargadas de alcohol, que nos exhortan
a seguir apoderándonos del espíritu
fallero de cada Falla.
La Falla
del Pilar, con su primer premio, y con bastante gente, para la hora que es, se
rinde a nuestros pies.
La Falla
de la Plaza de la Merced y luego la del Mercat nos animan a seguir recorriendo
las calles de una ciudad llena de residuos fiesteros que unos caballeros y
damas de color anaranjado se afanan por recoger.
La Plaza
del Ayuntamiento muy sola y protegida, por algún que otro guardia del gobierno
local, nos ve pasar, mientras, los últimos
resistentes, nos confunden con participantes de la maratón de London y nos animan
en tanto que seguimos el trayecto
fijado.
La Falla
del Segundo Premio nos ve llegar con todos sus tenderetes cerrados. Pocos son
los aventuraros que se han acercado a estas horas a ver la Falla Convento
Jerusalén-Matemático Marzal. Por lo que la rodeamos y la vemos tranquilamente
sin encontrar obstáculo que nos lo
impida.
Partimos
rumbo a la siguiente parada, un
aspirante a Induráin de ciudad nos recibe con aclamaciones, levantándonos
nuestro ímpetu guerrero. En la calle
Cuba tenemos monumentos apostados en cada cruce, nuestra vista no descansa y
podemos admirar la maestría de los artesanos que las realizaron. La iluminación
espectacular de la Falla Cuba-Literato Azorín nos acoge con fría oscuridad
y sus súbditos comienzan a preparar la fiesta al dios Vulcano que tendrá lugar
después de la puesta del sol.
La suela
de nuestras zapatillas sufren, por este tramo, ataques de un suelo pegajoso y lleno de
inmundicia. Lo sorteamos de manera hábil y eficaz, pasando por la Falla
Sueca-Literato Azorín y marchando hacia la Falla Reino de Valencia-Almirante
Cadarso. En este tramo el tiempo nos apremia, la ciudad despierta y estamos en
inferioridad numérica, nos toca plantearnos volver a nuestro poblado. No sin antes, culminar la gesta. Una invasión del centro neurálgico de la fiesta en estos dos últimos días: la Plaza
la Virgen.
Conseguidos
los objetivos, de estas Fallas 2014, nos volvemos a casa con un cuantioso botín
lleno de buenos momentos, con la
esperanza de que en el 2015 seamos muchos más los que asaltaremos calles y
avenidas a la búsqueda de monumentos falleros cargados de arte y breve
historia.
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